Proceso de Aplicación

El proceso para efectuar un recubrimiento de Teflon® consta de cuatro partes bien diferenciadas:

  • 1.Desengrase
  • 2.Arenado
  • 3.Aplicación
  • 4.Curado

Desengrase:

Hay que eliminar cualquier resto orgánico o inorgánico que pueda afectar a la adherencia del recubrimiento al sustrato. Para ello hay que desengrasar las piezas a tratar. Se puede desengrasar bajo medio alcalino ó ácido, con disolventes o mediante pirolisis controlada. El método a utilizar dependerá del tipo de pieza, las cantidades y la naturaleza de la contaminación.

Arenado:

Después del desengrase hay que preparar la superficie a recubrir para garantizar la adherencia del Teflon®. Esto se consigue mediante un chorreado con óxido de aluminio (corindón). El arenado genera en la superficie a tratar una rugosidad determinada que constituye la base optima para una adherencia mecánica y una adherencia química.

Aplicación:

Una vez arenada la pieza ya se puede empezar a recubrir la pieza. Dependiendo del recubrimiento a aplicar, tendremos que pre-calentar la pieza o no. También dependiendo del tipo de recubrimiento, se aplicará una imprimación seguido de un secado de la misma. La aplicación del Teflon® se efectúa mediante pistolas aerográficas de líquido, electrostáticas, HVLP ó mediante pistolas de polvo. El proceso puede constar de 1, 2, 3, ó más capas de producto, dependiendo de la finalidad del recubrimiento.

Curado:

Para que el Teflon® tenga todas sus propiedades, hay que polimerizar el recubrimiento. Por norma general para polimerizar el Teflon® se necesita alcanzar los 360ºC (temperatura del metal) durante 10 minutos. Dependiendo del polímero, la temperatura de curado podrá variar desde los 360º a los 430º C.